Última actualización 21 agosto, 2020
En América Latina seguramente uno de los sucesos más importantes de todos ha sido la Revolución Mexicana, un producto histórico complejo, con un vaivén importante de motivos, personajes y relaciones de fuerzas. A continuación presentamos resumen de la Revolución Mexicana: personajes, causas, consecuencias, mitos y verdades.
La Revolución Mexicana: Personajes
Porfirio Díaz
Nacido en Oaxaca, fue un militar mexicano que ejerció su presidencia un total de siete veces. Se suele denominar Porfiriato a ese período de la historia, aproximadamente 31 años, en el que tuvo un poder total sobre el país. Si bien había admitido unos años antes que México ya podía contar con una apertura del panorama político, para 1910 inició una nueva campaña para ser presidente, ganando abrumadoramente las elecciones a Madero. El descontento social de diversos sectores, que marcaban que las elecciones habían sido poco representativas del sentir del pueblo, signó el inició de una Revolución Mexicana que tuvo como figura principal en su aurora a Francisco I. Madero. Díaz en esos meses transformó la represión a los opositores en concesiones y, finalmente, renunció con su vicepresidente, Ramón Corral, a la máxima magistratura. Ambas figuras políticas se exiliaron en Francia; el 2 de julio de 1915 murió en tierras extranjeras.
Francisco Ignacio Madero
Empresario y político mexicano, suele ser considerado como la principal figura de los inicios de la Revolución Mexicana. Este artífice del final del Porfiriato en verdad supo concitar en su figura los intereses más diversos, que de todos modos, en un momento, coincidieron en terminar con la reelección indefinida del militar oaxaqueño. Madero fue presidente de México desde 1911 hasta 1913. Si bien optó por algunas medidas nacionalistas en cuanto a lo económico, su objetivo principal fue el saneamiento del sistema político. Murió junto a José María Pino Suárez, su vicepresidente, en un golpe de estado perpetrado por Victoriano Huerta (se conoce como la Decena Trágica).
Victoriano Huerta
Ingeniero y militar mexicano, fue presidente luego de liderar un golpe de estado contra Francisco Ignacio Madero, pese a haberle entregado sus servicios en un inicio (de todos modos, la postura de Huerta siempre fue oscilante). La presidencia de un solo año estuvo marcada por la fuerte opresión, la nulidad política y los levantamientos revolucionarios que entraban en una nueva fase, ya que de alguna manera habían modificado su objetivo común. El gobierno federal fue destituido por el Ejército Constitucionalista presidido por Venustiano Carranza, el 13 de agosto de 1914. Al igual que Porfirio Díaz, Huerta se tuvo que exiliar en el exterior, en un periplo que terminó en Estados Unidos con su muerte el 13 de enero de 1916.
Venustiano Carranza
Político, militar y empresario mexicano, fue la figura principal de lo que se puede denominar la segunda parte de la Revolución Mexicana. Era el líder del ejército Constitucionalista y vital para que caiga el gobierno de Huerta. Luego de las discusiones, luchas y carencias de acuerdos entre convencionalistas y constitucionalistas, Carranza fue presidente de México en el período que va desde 1917 a 1920. El Congreso Constituyente y su resultado, la Carta Magna de 1917 fueron intentos de consolidar su posición, en una suerte de atender las demandas sociales pero sin llegar a las posiciones, por ejemplo, de Zapata (víctima de éste).
Francisco Villa
Francisco Villa fue una de las grandes figuras de la Revolución Mexicana, con actuaciones decisivas que contribuyeron a la caída de Victoriano Huerta. Comandante de la división Norte, caudillo del estado de Chihuahua, el cual por sus riquezas naturales, grandes dimensiones y cercanía con Estados Unidos le proporcionaba enormes recursos. Aunque se lo puede ver como un personaje sanguinario con sus enemigos, lo cierto es también que fue fiel a su sector, la baja sociedad, quitándole a los hacendados tierras para dárselas a sus campesinos y soldados. El Constitucionalismo lo apartó y uno de sus frutos, Álvaro Obregón, ante las posibilidades de rebelión del caudillo, posibilitó y ayudó en su asesinato en 1923.
Emiliano Zapata
Emiliano Zapata fue el gran caudillo del sur, una figura esencial de la Revolución Mexicana; pero seguramente demasiado extremo en sus pretensiones para la línea que resultó triunfadora en este proceso histórico. Siempre tuvo presente la justicia social, la igualdad, la democracia y el respeto a las comunidades obreras, campesinas y originarias, tan expoliadas en todos los sentidos durante el Porfiriato. Si bien su interés estuvo más circunscrito a su región y fue excluido junto a Villa del Congreso Constituyente, mucho del constitucionalismo social de la Carta Magna de 1917 se debe a él. Al igual que tantas otras figuras de la revolución, Zapata terminó siendo asesinado en una emboscada de Jesús Guajardo, un 10 de abril de 1919.
Álvaro Obregón
Militar y político mexicano, además de ser presidente en el período que va de 1920 a 1924. Obregón no solo tuvo un papel vital desde su natal Sonora para luchar contra las huestes de Huerta, sino luego como agente que erradicó los elementos más extremistas del mismo movimiento revolucionario, sobre todo con el caso de Villa. Aquí, sin lugar a dudas, se observa una figura muy importante que finalmente pondría a Carranza y su constitucionalismo en el poder. Muchos años después, en lo que muchos historiadores ya no consideran la Revolución Mexicana propiamente, fue asesinado por José de León Toral, un 17 de julio de 1928 ¿El motivo? La Guerra Cristera, que justamente oponía a milicias de laicos y religiosos frente a gobiernos que querían controlar de algún modo el culto católico. Plutarco Elías Calles, para muchos, no vio con malos ojos la muerte de Obregón, ya que se oponían a su reelección no consecutiva.
La Revolución Mexicana: Causas
La Revolución Mexicana fue un proceso sumamente complejo, en donde las situaciones, los individuos y las alianzas se resquebrajaban para dar lugar a nuevos panoramas; en donde los actores se oponían a un estado de hecho llamado Porfiriato, pero que luego, vencido el presidente sempiterno, las contradicciones surgieron e hicieron trizas la realidad ¿Era la lucha de Madero legalista y política idéntica a la de Pancho Villa ? ¿La de un Pascual Orozco que contrajo solidaridades con Huerta frente a lo pensado por Venustiano Carranza ? ¿Zapata con Obregón? El maderismo, revolucionario a su manera, sostuvo una confluencia de figuras que renunciando y exiliándose Díaz no pudo contener más.
A continuación, en sintonía, presentamos las principales causas de la Revolución Mexicana.
Causas políticas de la revolución
Aquí lo político, en sentido estricto, se reduce al sistema de selecciones de políticos o elecciones, cuya figura principal era el presente mexicano. Por supuesto que fue una gran causa o antecedente, ya que Porfirio Díaz era el amo y señor de la política, un presidente que perduró en el poder durante 31 años, llegando siete veces a la máxima magistratura. Por lo tanto, como en muchos otros países de América Latina, encontramos un sistema político hegemonizado por una figura, sus camarillas (el famoso grupo de «los Científicos») y cualquier tipo de oposición claramente silenciada, por no decir brutalmente solapada. Pero los hombres, por más poder que adquieran son mortales, y el envejecimiento del nacido en Oaxaca generó una gran expectativa para un cambio de panorama. Esto de alguna manera también se vio exacerbado por los grandes problemas económicos, culturales y sociales que contrajo la modernización y el positivismo de un Porfiriato que consideraba casi siempre que el pueblo no estaba preparado para decidir una modificación política.
Francisco Ignacio Madero, hacendado de Coahuila y escritor de La sucesión presidencial, fue el que mejor concilió en lo que se conoce como el principio de la Revolución Mexicana esa necesidad de cortar con las reelecciones indefinidas de Díaz. Clases bajas, altas y medias se auparon a esta lucha, además de figuras tan variadas en su extracción ideológica como Emiliano Zapata y Venustiano Carranza. Esto llevó a Madero a la prisión, como generador de una rebelión que se dio en distintos lugares, ya que efectivamente Díaz y Ramón Corral habían accedido al poder nuevamente en 1910. El descontento, sin embargo, fue tan grande que finalmente Díaz no solo cedió luego de ver que la violencia era infructuosa, sino que finalmente renunció, exiliándose en Francia.
Causas sociales de la revolución
Durante el Porfiriato, época de modernización y cientificismo como fe primordial, con industrias extranjeras radicándose en suelo mexicano, ferrocarriles extendidos y maneras europeas que arribaban, también se sucedieron hechos de extrema injusticia social. La cuestión social fue una causante de la revolución, porque dicho proceso político produjo la proliferación de grandes tierras o latifundios en escasas manos, además de añadir que el trabajo rural seguía siendo muy importante en este México (el 80 por ciento recibía una suerte de salario real). Por ende, aquí hablamos de extracciones de tierras baldías, no solo quitadas a la iglesia, sino también a pueblos originarios que naturalmente no concebían ni querían comprender conceptos como el de propiedad privada ¿Pedirle un título de propiedad a coras y huicholes? ¡Una locura! Pero así se despojaron a miles de individuos de su sustento, muchos de ellos convertidos en trabajadores rurales sometidos a las tiendas de raya y al cuerpo de Rurales, una especie de policía. Sí, el campo era casi feudalismo sui generis, con trabajadores, campesinos y aborígenes, sometidos a la explotación, la pobreza y la gleba forzada.
Pero el descontento social que sirvió como antecedente a la Revolución Mexicana también se dio en ese urbanismo que contribuyó tanto a desarrollar el Porfiriato. Aquí se vislumbraron los primeros levantamientos obreros, los periódicos revolucionarios a su manera y figuras vitales en la lid, a pesar de ser fuertemente reprimida, como Ricardo Flores Magón.
Causas culturales de la revolución
El grupo de intelectuales que rodeaban a Díaz estaban imbuidos en el positivismo de la época, cuya creencia en la ciencia (una que hoy consideraríamos polémica) y en el progreso eran sus artículos de fe. De algún modo, estas ideas comenzaron a ser cuestionadas por grandes sectores, sobre todos aquellos que representaban a campesinos pobres y pueblos originarios. Es que el darwinismo social, esa idea de llevar la selección natural a los mecanismos sociales, solía tener sus tintes raciales, que el imperialismo tanto aprovechó. Por lo tanto, al pueblo mexicano ya no les parecía en aquellos entonces que las camarillas de Díaz fueran superiores, que solo ellos supieran, bajo los designios de la pura razón, controlar los hilos políticos del país.
Causas económicas de la revolución
La racionalidad también puede crear monstruos y la modernización del Porfiriato, junto a su estabilidad política, la llegada de inversiones extranjeras y el empalme con el mercado mundial solo es una cara de la moneda: la otra eran las enormes desigualdades económicas y sociales. Ya con la ley Lerdo había comenzado el proceso de expoliación de aquellas propiedades en otros tiempos eclesiásticas y campesinas. Díaz profundizó ese proceso, lo cual llevó que para 1910 menos del 1 por ciento de las familias controlaran el 85 por ciento de las tierras cultivables del país. Las consecuencias fueron múltiples: campesinos y originarios sometidos a las máximas explotaciones, pequeños propietarios agrícolas y pueblos que no accedían a créditos, eran sometidos a enormes cargas impositivas y dependías de las haciendas vecinas muchas veces; y hasta una disminución en la productividad, ya que muchas veces quedaban sin cultivar grandes retazos de los latifundios. Desde yaquis hasta mayas o tarahumaras protestaron ante la situación, rebeliones surgieron entre finales del siglo XIX y principios del XX, siendo reprimidas y en muchos casos deportados los individuos, por ejemplo a las plantaciones del sur de México. No es de extrañar que muchos grupos étnicos colaboraran luego con lo que fue la Revolución Mexicana.
Sin embargo, como México había desarrollado una fuerte economía extrínseca, dependiente de inversiones, exportaciones e importaciones, cualquier crisis mundial la afectaría. Y así sucedió en 1907, generando desempleo y disminución de ingresos en el país. A eso hay que sumarle una sequía en los años subsiguientes, en donde se tuvo que importar hasta maíz. Por lo tanto, la disminución de la actividad economía perjudicó a las clases medias rurales y urbanas, además de la alta que no estaba asociada como beneficiarios directos del gobierno de Porfirio Díaz. El clima de descontento se extendió, profundizado por un gobierno que solo atinó a aumentar los impuestos y disminuir la burocracia.
La Revolución Mexicana: Consecuencias
Si bien no hay consenso sobre el final de la Revolución Mexicana,muchos hablan de la creación de la nueva Carta Magna, en 1917. Aquí se sentaron las bases para un estado moderno: derecho agrario, laboral, salud y educación garantizados por el estado, derechos políticos y libertad de prensa. Eran algunas de las consignas consagradas por el documento, además de determinadas modificaciones en el sistema político, no sustanciales, ya que la naturaleza representativa, republicana, democrática y federal del país, con su divisiones de poderes y sus dos cámaras en lo legislativo, no se modificaron.
Otra gran consecuencia, de tantos años de lucha entre distintos sectores, fue la luctuosa cifra de muertos. Las mismas, basadas en distintos datos de censos, arrojan un número que oscila entre un millón y tres millones de personas (no son números totalmente certeros).
Por otro lado, hubo cambios importantes de naturaleza social y política del país (no tanto en lo económico): los seguidores de Porfirio Díaz desaparecieron del mapa en gran medida, siendo el juego más abierto en este aspecto para otros grupos; la clase media ingresó en la administración pública; las figuras del ámbito militar abrevaron más en el mundo político; y hubo una especie de éxodo rural hacia las ciudades para obtener un mejor desarrollo de vida y escapar así del desorden de un ambiente que sufrió las inclemencias de la revolución. Finalmente, nuevas clases pudieron acceder a la tierra, los denominados ejidatarios; lo cual de todos modos no implicó una gran mejora en la vida de los campesinos.
Cronología de la Revolución de México
La Revolución Mexicana cuenta con un sinnúmero de hechos y participantes; sin embargo, para su mejor comprensión, se dispone a continuación de un esquematismo cronológico del proceso histórico.
Marzo de 1908
Aquí se presenta el famoso suceso de la revista Pearson´s entrevistando al ya mayor Porfirio Díaz, presidente por entonces de México. El mismo anunció que su país estaba listo para la democracia y un flamante líder. Estas palabras, para muchos, fue auténtica dinamita a la hora de pensar los inicios de la Revolución Mexicana.
22 de mayo de 1909
Madero, foco de la lucha contra la nueva presidencia de Porfirio Díaz, fundó el Partido Nacional Antirreleccionista, que justamente lo ponía de candidato a presidente. Su lema era claro: «sufragio efectivo; no reelección».
6 de junio de 1910
Madero es arrestado por el gobierno de Díaz en Monterrey, estado de Nuevo León, siendo trasladado a San Luis de Potosí para ser encarcelado. Se lo catalogó como una figura rebelde peligrosa.
26 de junio de 1910
Día en que se llevaron adelante las elecciones. Porfirio Díaz obtuvo un total de 18.625 votos; Francisco Madero solo 789 votos.
27 de septiembre de 1910
El congreso de México declara oficialmente reelecto a Porfirio Díaz y a su vicepresidente, Ramón Corral (lo acompañó en la fórmula desde 1904 hasta 1911).
5 de octubre de 1910
Madero declara su famoso «Plan de San Luis» en San Antonio, Texas, tras escapar de la cárcel en México. Su plan niega la nueva elección de Porfirio Díaz; era un llamado a todo el pueblo para derrocar al dictador.
14 de noviembre de 1910
Toribio Ortega, de la división del norte, se levanta en armas, para ser precisos, en la localidad de Cuchillo Parado, Chihuahua. Técnicamente fueron seis días antes de lo propuesto por Madero.
18 de noviembre de 1910
En Puebla, más específicamente, en la casa de la familia Serdán se registran tiros. Estos eran seguidores de Madero y obviamente se disponían a realizar el levantamiento contra Díaz.
20 de noviembre de 1910
El comienzo oficial de la revolución.
1 de diciembre de 1910
Comienza el nuevo período presidencial de Porfirio Díaz: el octavo y constaba de seis años.
Finales de 1910
Madero convence a Pascual Orozco y a Francisco Villa a unirse a la revolución.
Marzo de 1911
Emiliano Zapata lidera un levantamiento de campesinos en el estado sureño de Morelos, a favor de los derechos de la tierra y el agua. Otras revueltas se suceden en otros lugares de México.
10 de mayo de 1911
Orozco y Villa toman Ciudad Juárez, en Chihuahua.
21 de mayo de 1911
Aquí concluye la fase inicial de la revolución, ya que se llega a un acuerdo de paz entre Madero y Díaz. Se conoce como el Tratado de Ciudad Juárez.
25 de mayo de 1911
Díaz finalmente renuncia a la presidencia y parte hacia Europa el 31 de mayo. Su casa en el viejo continente será Francia y Francisco León de la Barra asume como presidente interino.
7 de junio de 1911
Decenas de miles de personas reciben a Francisco I. Madero en su entrada triunfal a la Ciudad de México. Sin lugar a dudas, este hombre fue la gran figura inicial de la revolución.
2 de marzo de 1912
Pascual Orozco lidera la rebelión contra Madero en Chihuahua al lanzar el Plan de la Empacadora (un programa que critica al presidente y pretende ciertas reformas obras, políticas y agrarias). El general Victoriano Huerta, bajo las órdenes de Madero, derrota a Orozco y arresta unos meses luego a Francisco Villa.
9 de febrero de 1913
El Porfiriato no se había muerto del todo y eso lo demuestra Huerta, Félix Díaz (técnicamente sobrino de Porfirio) y otros. Aquí se realiza un golpe de estado contra Madero, quien es depuesto y encarcelado. Este suceso se conoce como la «Decena Trágica».
22 de febrero de 1913
Madero y su vicepresidente, Pino Suárez, son asesinados a tiros. Huerta se declara presidente de México.
9 de marzo de 1913
Villa se escapa de la cárcel y organiza levantamiento contra Huerta.
26 de marzo de 1913
Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila, decreta el Plan de Guadalupe, un manifiesto político en protesta contra el derrocamiento y muerte del presidente Madero. Se propone la restauración de un gobierno constitucional sin el «usurpador» de Huerta. Días antes Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos, se había opuesto a lo sucedido y no reconocía al gobierno del militar.
30 de mayo de 1913
Zapata declara oficialmente la guerra a Huerta.
3 de abril de 1914
Fuerzas de Villa derrotan al ejército federal en Torreón, Coahuila, en el enfrentamiento que se conoce como batalla de Torreón.
15 de julio de 1914
Levantamientos autóctonos por doquier y la intervención de Estados Unidos, hicieron que Huerta renuncie como presidente. Huye a Europa en un barco alemán.
14 de agosto de 1914
Carranza es declarado primer jefe y convoca a la lucha tanto a Villa como a Zapata. Álvaro Obregón, que posteriormente sería presidente de la nación, lidera el ejército de Venustiano Carranza.
Octubre-noviembre de 1914
Una convención en Aguascalientes en donde se concitan a todas las fuerzas revolucionarias luego de derrocar a Huerta. La misma es convocada por Carranza, jefe del ejército constitucionalista.
13 de abril de 1915
Partidarios de Carranza liderados por Obregón derrotan a Villa en la Batalla de Celaya. El caudillo del norte se ganaría meses después fuertes enemistades de Estados Unidos, ya que había lanzado un ataque al país vecino por reconocer como presidente provisional de México a Carranza.
5 de febrero de 1917
México adopta la famosa Constitución de 1917, con derechos agrarios, laborales, reclamaciones frente a la Iglesia, pequeñas modificaciones en el sistema político, entre otras materias tocadas en la carta magna.
Diciembre de 1918
Fuerzas carrancistas bajo el mando de Pablo González emprenden una ofensiva contra los zapatistas, tomando bajo su control la mayor parte de Morelos. Zapata se recluye en Puebla. A cambio del perdón, el presidente de entonces pide a los zapatistas que se sumen a la causa constitucionalista.
10 de abril de 1919
En su estado natal de Morelos, Zapata es asesinado en una emboscada.
1 de junio de 1919
Luego de un pequeño ostracismo (retirado en su hacienda), Álvaro Obregón anuncia su campaña para la presidencia de México.
23 de abril de 1920
Por medio del Plan de Agua Prieta (con el apoyo de otra figura primordial como Plutarco Elías Calles) Obregón se declara contra Carranza, cuyo apoyo decrece.
21 de mayo de 1920
Carranza es asesinado en Puebla tras huir de la capital.
5 de septiembre de 1920
El otrora «General Invencible», Álvaro Obregón, es elegido como presidente. El 1 de diciembre del mismo año toma juramento.
Mitos y verdades de la Revolución Mexicana
Ante los grandes hechos históricos las interpretaciones proliferan, a veces estas con intereses de todo tipo. A esa ley no escapó la Revolución Mexicana. Aquí se presentan algunos mitos y verdades al respecto.
- Los muertos como consecuencia: Siempre es tema recurrente de la Revolución Mexicana cuántos muertos dejó como saldo, un número que a veces llega a ascender hasta tres millones. Sin embargo, para muchos historiadores no es así. En verdad, habrían sido un millón de víctimas entre muertos, heridos, desaparecidos y desplazados. Asimismo, muchos fallecimientos se debieron a la hambruna, una epidemia de influenza en 1918 y otros males ¿Entonces? Para algunos revisionistas las víctimas fatales de las batallas no serían mayores a 100 mil personas.
- La muerte de Emiliano Zapata: La historia ratifica de manera fehaciente que Emiliano Zapata, figura primordial del pueblo bajo, de aquellos campesinos pobres, fue asesinado en Chinameca, Morelos. Su verdugo, lleno de traición, fue Jesús Guajardo, un 10 de abril de 1919. Sin embargo, para muchos, el gran caudillo del sur no murió, sino que se fugó a Arabia, ya que habría descubierto antes el plan de Carranza. Otro finalmente tomó su lugar como potencial cadáver. Naturalmente, esto último no resiste ningún análisis serio.
- Pancho Villa: José Doroteo o, según su pseudónimo, Francisco Villa, fue una gran figura revolucionaria, con un final similar al de Emiliano Zapata, por momentos dueño del norte del país. Las versiones lo presentan tanto como un Robin Hood, como también un gran estratega al estilo Napoleón o un bárbaro, familiar de Gengis Kan. Lo cierto es que fue un punto intermedio en todo: sensible con la pobreza de los campesinos, creyente de la lealtad de sus necesitados; pero también inescrupuloso a la hora de derramar sangre de los que considerara enemigos.
- La revolución: Al contrario de lo que muchas veces se piensa, la Revolución Mexicana no fue una lucha entre el bando de los revolucionarios y los anquilosados al régimen, sea primero Porfirio Díaz y luego Victoriano Huerta. Lo trágico fue que siempre la lucha se trizaba, porque cada sector tenía sus pretensiones ideológicas y sus anhelos materiales en cuanto a ocupar el sillón presidencial. Por lo tanto, los revolucionarios terminaron matándose entre sí: Carranza mandó a matar a Zapata; Obregón y Calles a Villa y Carranza y Obregón fue asesinado por el cristero José de León Toral bajo razones religiosas; pero también se sospecha del mismo Calles (no habría visto mal al magnicidio, ya que se oponía a la reelección).
- La Constitución de 1917: Pese a que se intente pensar a dicha carta magna como el resultado o el acopio de todo los intereses de los revolucionarios, tal vez fue más que nada un fruto de los vencedores, es decir, los carrancistas. Para muchos, pese a que incluyó los llamados derechos sociales, la realidad económica que denunciaban Villa o Zapata no se modificó.
- Porfirio Díaz era un dictador: Las categorías de dictador y violencia no son la mismas a lo largo de la historia, por lo tanto, muchas actitudes y actividades de los políticos del pasado nos pueden parecer atroces hoy. En ese sentido, Díaz sí fue un dictador, desde el momento que se perpetró en el poder y ganaba en elecciones que eran pantomimas, ya que todos los poderes caían bajo su mano y control ¿Fue violento? También, ya que semejante régimen se sostuvo a partir de la represión a todo lo que se opusiera. Los yaquis del norte y cualquier germen de oposición política nos dan buenos ejemplos.
- Las soldaderas: Esas mujeres que participaron de la revolución comportan una realidad muy compleja. Algunas combatieron (Petra Herrera y Beatriz Gónzalez Ortega son ejemplos), incluso fueron líderes de tropa; pero no hay que exagerar con una suerte de apertura de género o feminismo revolucionario. En verdad, la mayoría de las tareas que llevaban a cabo eran de cocinar y curar a los combatientes, para no dejar de lado, también, que muchas fueron secuestradas para cumplir con servicios sexuales.
- Las ironías de la muerte: Cuerpos como los de Venustiano Carranza, Francisco Villa y Plutarco Elías Calles, enemigos en vida, yacen juntos en el impactante monumento de la Revolución.
Imágenes de la Revolución Mexicana
La Revolución Mexicana le da a su investigador o simple lector una buena cantidad de momentos y protagonistas. A continuación se presentan en imágenes algunos de ellos.