Última actualización 21 agosto, 2020
Y un día el ser humano se expandió por toda la tierra, generó sus creencias, tradiciones, dignidades, muchas de ellas edificadas sin conocer a la de otros pueblos. La problemática en puerta sería: ¿qué va a pasar cuando dos o muchas naciones, civilizaciones o grupos humanos distintos se crucen? Un interrogante que nadie podía hacerse, por lo general siempre suponiendo que la cultura propia, en versión homogénea, era la mejor de todas. En ese sentido, el sistema capitalista aunó a la humanidad, aceleró sus relaciones, para bien y para mal, de ahí que un marco global jurídico fuese tan indispensable. Que el hombre viva en conjunto y que su dignidad esté garantizada paso a ser una meta insoslayable. La Declaración de los derechos humanos y su sustancia entra en semejante entrevero histórico. Aquí te llenamos de información e imágenes al respecto, a escasos días de una efeméride tan medular.
¿Qué son derechos humanos?
En la actualidad suponemos (y hacemos bien) que todos los seres humanos tienen dignidad, están en pie de igualdad y que la paz perpetrada entre ellos es vital para el bien de todos. En ese sentido, los derechos humanos representan en primer lugar el intrumental para que cada individuo se realice desde sus fundamentos; en segundo lugar, es un ideal de conjunción, de unión que busca justamente aquello que nos engarza pese a las divergencias, a veces enormes, de tradiciones, pensamientos, moralidades y marcos jurídicos.
Hablamos, por lo tanto, de libertades, privilegios, reivindicaciones, facultades o instituciones relativas a estos bienes primarios, que incluyen a la persona por el simple hecho de su existencia humana, no importando raza, color, sexo, edad, idioma, etnia, pensamiento político, religión, etc. Estamos ante la presencia de un esfuerzo, cuya declaración data de un 10 de diciembre de 1948, para dar un marco general de convivencia y simetría a todas las civilizaciones.
Ahora bien, muchos interrogantes pueden emerger ante esta realidad y variopintos estudiosos se siguen expidiendo ¿Quién impone el reglamento o el derecho? ¿Acaso no terminan siendo los países poderosos que pasan sus intereses particulares como si fueran generales? Recordemos que la que diagramó todo esto desde los inicios fue la Asamblea General de las Naciones Unidas, un ente surgido luego de las conflagraciones militares mundiales.
De todos modos, se consideran de primer grado, inalienables y fundamentales (en sentido estricto y lato) los derechos humanos de los cuales hablamos. Sin caer en discusiones bizantinas sobre naturalismo o positivismo jurídico, estas facultades e instituciones humanas son consideradas universales. Es que en un mundo interconectado en todos los sentidos, parece lógico que exista un marco general de regulación y justificación. Luego, como ideal siempre en construcción, se verá si semejante ideación humana realmente merece este apelativo, es decir, si es total, global o solo una hegemonía más de los dominantes.
Sin embargo, es indudable que los derechos humanos siempre significarán un progreso, un sustentáculo para la humanidad, de ahí que se celebre todos los 10 de diciembre el Día Internacional de los Derechos Humanos, jornada en que la asamblea adoptó la gran declaración, en 1948.
¿Cuáles son los derechos humanos?
Mucha tela se ha cortado alrededor de los derechos humanos, lo cual parece algo lógico, ya que la humanidad cambia, se modifica o progresa, según cada apreciación. Algunos han querido vislumbrar esta transfiguración a modo de una racionalidad que se perfecciona; otros, en cambio, consideran que hay distintas racionalidades jurídicias y que incluso, hablando de las supuestas generaciones de derechos, muchas veces entran en plena contradicción. Sea como sea, aquí te presentaremos a vuelo de pájaro los que se consideran derechos humanos, fundamentales, inalienables y universales.
Si nos basamos en la clasificación de Karol Vasak, cada generación se enlaza con uno de los grandes ideales de la Revolución Francesa.
La primera son los derechos civiles y políticos, tienen que ver con el concepto de libertad y propende a comprender las injerencias públicas o estatales como intromisiones a la privacidad. Hablamos del derecho a la vida, la integridad humana, igualdad, libertad, honor, vida privada y en lo atinente en lo político, derecho frente a las administraciones, asilo, nacionalidad, extranjería, etc.
La segunda generación se la concibe como conglomerado de derechos sociales, culturales y económicos; están vinculados con el concepto de igualdad. Naturalmente que aquí puede aparecer una paradoja evidente, ya que en esta instancia pedimos una injerencia de organismos públicos con colaboraciones, prebendas y prestaciones, intromisión negada desde su raíz en los derechos de primera generación. Hablamos de familia, seguridad, salud, educación, etc. Algunos juristas incluso se atreven a caratularlos como falsos derechos, debido a que su existencia supone una imposición a todos, es decir, un avance sobre los de primera generación.
La tercera generación se engarza con la fraternidad y tienen una concepción más actual. Si hablamos de fraternidad es porque justamente se hace foco en lo planetario, en derechos diferentes como la paz, la calidad de vida o el cuidado o responsabilidad frente a la manipulación genética. Es bueno decir al respecto, que esta generación por su divergencia ha sido muy discutida: algunos de sus artículos se consideran de primera generación; otros, como las garantías sobre el material genético, incluso de cuarta generación.
Sea como sea, cualquier taxonomía languidece de insuficientas. Lo que queremos aquí, querido lector, es que poseas un buen pantallazo al respecto de los derechos y te hagas una idea más o menos organizativa al respecto. Lo positivo, sin embargo, es que no reducimos los derechos humanos, como muchas veces se hacen, a los constitucionales, ergo, libertad, igualdad, vida, negación de la esclavitud, circulación libre, libertad de pensamiento, propiedad, etc.
Imágenes con frases célebres sobre los derechos humanos
El mundo es pequeño y debemos concordar de alguna manera; plantear los lineamientos básicos de lo que consideramos dignidades esenciales del ser humano. La Declaración de los Derechos Humanos acaeció un 10 de diciembre de 1948, pero de todos modos estamos hablando de una construcción que exige tiempo, que es sumamente perfectible y precisamente considerarlo así es lo que nos puede llevar a mejorar a los seres humanos en su totalidad.
Por otro lado, hay que entender que las culturas no son entes homogéneos que se enfrentan, porque comprenderlas de ese modo muchas veces conlleva descartar formas y configuraciones minoritarias, menos poderosas, en el mismo frente. Si queremos una verdadera igualdad entre los seres humanos no basta la idea de crisol de razas, absolutamente obsoleta y vetusta (como la noción de raza), sino buscar un inter-culturalismo dinámico, que se interroga y se vuelve a plantear una y otra vez, con una celeridad como la que impele en los nuevos tiempos.
Los derechos humanos son esenciales, medulares, aunque hay que comprender que son constructos que pueden medrar y sumamente recientes. Responsabilidad es la única palabra que se nos ocurre ante tamaña tarea, que comporta a gobiernos de todo el mundo y también a cada uno de sus ciudadanos, sin distinción.
A continuación te dejamos una enorme cantidad de imágenes que tocan, hablan, llenan de frases a los derechos humanos. Porque, justamente, el pensamiento y su libertad es un valor esencial de aquellos; será este el que nos haga encontrar formas de justicia, igualdad, fraternidad y libertad superiores. Pensemos, cavilemos sin cesar, dejemos que esa maquinaria hermosa se ponga en movimiento ya que si sucede eso siempre habrá esperanza.